La búsqueda de fuentes de energía que sustituyan al petróleo ha llevado a considerar otras opciones más limpias y de sencilla producción. Una de ellas es aceite vegetal, que puede ser empleado como alternativa al carburante diésel en maquinaria agrícola. Ahora, el Comité Europeo de Normalización (CEN) acaba de publicar la primera especificación al respecto.
El documento ha surgido como resultado de un proyecto financiado por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea en el que se llevaron a cabo pruebas con aceites vegetales de segunda generación en cuatro países europeos. Sus objetivos eran buscar técnicas para mejorar, tanto sistema de producción y procesado de los aceites, como la adaptación de los motores de la maquinaria agrícola a este carburante. Además, los resultados de las investigaciones mostraron que sus emisiones de gases con efecto invernadero son alrededor del 60 por ciento menores que con los carburantes procedentes del petróleo.
El aceite vegetal puro usado como carburante diésel implica un proceso productivo de bajo coste y que, al no requerir procesos químicos o térmicos, utiliza poca energía. Además, no se necesitan de grandes instalaciones para procesarlo, por lo que se puede producir en las mismas fincas, reforzando así el tejido económico de las zonas rurales.
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