Amnistía también pidió garantizar el acceso a servicios de planificación familiar para toda la población.
La organización destacó que a pesar de que algunos países del continente permiten el aborto en determinadas circunstancias, en la práctica esto no se cumple.
Esto provoca graves consecuencias a mujeres y niñas quienes, en ocasiones, se ven obligadas a realizar este procedimiento de manera ilegal e insegura, y ponen en riesgo sus vidas.
Además, el organismo denunció que "las guías para el personal médico son, en la mayoría de los casos, inexistentes, poco claras o no se distribuyen".
Este escenario obliga a las autoridades a penalizar innecesariamente a las mujeres y niñas embarazadas que optan por terminar con el período de gestación de manera temprana.
Por otra parte, Amnistía Internacional calificó como vergonzoso, cruel, inhumano y degradante que los países miembros la Convención de Belem do Pará obliguen a mujeres y niñas a continuar con sus embarazos si es que fueron víctimas de violación.
La organización humanitaria también manifestó que las sanciones por practicarse un aborto afectan a los sectores pobres de la sociedad.
Por último, Amnistía se unió en la campaña regional por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe. Dicha iniciativa exige "educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir".
Vale recordar que el 28 de septiembre fue instituido como el día por la Despenalización del Aborto 20 años atrás. Fue en el quinto Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe.
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