Una exposición itinerante de objetos comunes con profundo valor emocional. Una muestra de fetiches y souvenirs sobre relaciones que no existen más. Una colección abierta a las piezas que ex enamorados de todo el mundo no quieren tirar ni conservar. Aquí una entrevista con la creadora de este “cementerio del amor” que ya visitó Latinoamérica y que ahora está de gira por Europa.
Amores que no tienen cura, amores que nunca se olvidan, amores que son imposibles, amores a la distancia, amores no correspondidos. Promesas y obsesiones; compromisos e infidelidades; esperas y esperanzas; encuentros y decepciones. Y un museo que exhibe todas estas historias a través de los más simples objetos que son las ruinas de una selección de una selección de relaciones fallidas. De los clásicos peluches a piezas más metafóricas como un rollo de fotos sin revelar o un envase para lágrimas, el Museum of Broken Relationships protege los recuerdos que no queremos ver más pero que tampoco podemos tirar.
En vez de quemarlos en la hoguera, la idea es donarlos en este espacio común para la memoria. Como terapia, como alivio pero también como rito: en una sociedad que tiene ceremonias para todo, la donación al Museo de las Relaciones Rotas es el reconocimiento oficial de la separación. Un relicario global que Olinka Vistica fundó en Croacia y que viaja por el mundo. A su paso, el museo incorpora “las cenizas” de experiencias personales que a la vez representan a la cultura local y los arquetipos universales.
¿Son muchos los corazones rotos interesados en participar?
Recibimos aplicaciones constantemente y todas las semanas incorporamos piezas. El museo está en continuo diálogo con la audiencia y su patrimonio crece gracias a ello. Durante nuestro último tour a Londres sumamos 100 piezas, cada una siempre acompañada de una ficha sobre la historia de amor a la que representa, como si se tratara de un hallazgo arqueológico.
¿Cuál es el criterio de selección?, ¿qué buscas en los objetos y las historias?
Es el poder de las emociones y de la experiencia humana lo que hace que la exhibición sea especial. Como curadora, intento crear una disposición visualmente atractiva de las emociones humanas en una atmósfera que induzca a la reflexión. Me interesa conservar la pureza, la simplicidad y la sinceridad que hay en la idea original de este proyecto.
¿Cómo eres tu con las separaciones?, ¿tienes tu propia caja de recuerdos en casa?
Puedo definirme como una acumuladora, me gusta quedarme con las cosas que tienen un significado especial para mí, aquellas que desencadenan todo tipo de emociones y que me trasladan en el tiempo y el espacio. Al terminar la relación con Drazen quisimos hacer algo creativo con los sentimientos que estábamos experimentando, no queríamos destruir el hermoso momento que habíamos vivido juntos y que significa una parte esencial de mi historia y personalidad. Así nació el Museo de las Relaciones Rotas.
¿Buscas brindar cierto apoyo psicológico o contención emocional?
El museo no tiene una finalidad única establecida, cada visitante siente algo diferente según el estado emocional en el que se encuentre. Para nosotros es suficiente con provocar una reacción, y después de 5 años puedo decir que el público vive el museo como una experiencia catártica.
Haciendo un promedio de los casos que has conocido, ¿puedes decir que las historias de amor siempre terminan mal?
Al contrario, el amor siempre es bueno. Puede que sea incluso la única razón por la cual estamos dispuestos a ceder nuestra libertad individual y rendirnos a otra persona. Claro que implica un riesgo, amar conlleva la posibilidad de ser herido. Pero esto es exactamente lo que nos hace humanos y por lo que merece la pena vivir.
¿Cómo se despiden los hombres y cómo las mujeres?
No existe una regla general. Lo único que puedo decir es que el museo recibe una mayor cantidad de donantes femeninos que masculinos, excepto en Estambul que sucede al revés.
¿Dónde es el próximo show?
Nos invitaron a Cardiff, Rotterdam y Bombay pero aún no sabemos todavía. Acabamos de volver a Zagreb después de la exposición londinense en el teatroTristan Bates más instalaciones en tiendas del Soho como Urban Outfitters.
¿Cuál es la conclusión de la colección?, ¿seguimos creyendo en el amor?
Absolutamente. El amor es un juego en el cual puedes descubrir quién eres, quién puedes ser y lo que significa descubrir el mundo con otra persona. Queremos que la gente se lleve esa sensación del museo.
Amores que no tienen cura, amores que nunca se olvidan, amores que son imposibles, amores a la distancia, amores no correspondidos. Promesas y obsesiones; compromisos e infidelidades; esperas y esperanzas; encuentros y decepciones. Y un museo que exhibe todas estas historias a través de los más simples objetos que son las ruinas de una selección de una selección de relaciones fallidas. De los clásicos peluches a piezas más metafóricas como un rollo de fotos sin revelar o un envase para lágrimas, el Museum of Broken Relationships protege los recuerdos que no queremos ver más pero que tampoco podemos tirar.
En vez de quemarlos en la hoguera, la idea es donarlos en este espacio común para la memoria. Como terapia, como alivio pero también como rito: en una sociedad que tiene ceremonias para todo, la donación al Museo de las Relaciones Rotas es el reconocimiento oficial de la separación. Un relicario global que Olinka Vistica fundó en Croacia y que viaja por el mundo. A su paso, el museo incorpora “las cenizas” de experiencias personales que a la vez representan a la cultura local y los arquetipos universales.
¿Son muchos los corazones rotos interesados en participar?
Recibimos aplicaciones constantemente y todas las semanas incorporamos piezas. El museo está en continuo diálogo con la audiencia y su patrimonio crece gracias a ello. Durante nuestro último tour a Londres sumamos 100 piezas, cada una siempre acompañada de una ficha sobre la historia de amor a la que representa, como si se tratara de un hallazgo arqueológico.
¿Cuál es el criterio de selección?, ¿qué buscas en los objetos y las historias?
Es el poder de las emociones y de la experiencia humana lo que hace que la exhibición sea especial. Como curadora, intento crear una disposición visualmente atractiva de las emociones humanas en una atmósfera que induzca a la reflexión. Me interesa conservar la pureza, la simplicidad y la sinceridad que hay en la idea original de este proyecto.
¿Cómo eres tu con las separaciones?, ¿tienes tu propia caja de recuerdos en casa?
Puedo definirme como una acumuladora, me gusta quedarme con las cosas que tienen un significado especial para mí, aquellas que desencadenan todo tipo de emociones y que me trasladan en el tiempo y el espacio. Al terminar la relación con Drazen quisimos hacer algo creativo con los sentimientos que estábamos experimentando, no queríamos destruir el hermoso momento que habíamos vivido juntos y que significa una parte esencial de mi historia y personalidad. Así nació el Museo de las Relaciones Rotas.
¿Buscas brindar cierto apoyo psicológico o contención emocional?
El museo no tiene una finalidad única establecida, cada visitante siente algo diferente según el estado emocional en el que se encuentre. Para nosotros es suficiente con provocar una reacción, y después de 5 años puedo decir que el público vive el museo como una experiencia catártica.
Haciendo un promedio de los casos que has conocido, ¿puedes decir que las historias de amor siempre terminan mal?
Al contrario, el amor siempre es bueno. Puede que sea incluso la única razón por la cual estamos dispuestos a ceder nuestra libertad individual y rendirnos a otra persona. Claro que implica un riesgo, amar conlleva la posibilidad de ser herido. Pero esto es exactamente lo que nos hace humanos y por lo que merece la pena vivir.
¿Cómo se despiden los hombres y cómo las mujeres?
No existe una regla general. Lo único que puedo decir es que el museo recibe una mayor cantidad de donantes femeninos que masculinos, excepto en Estambul que sucede al revés.
¿Dónde es el próximo show?
Nos invitaron a Cardiff, Rotterdam y Bombay pero aún no sabemos todavía. Acabamos de volver a Zagreb después de la exposición londinense en el teatroTristan Bates más instalaciones en tiendas del Soho como Urban Outfitters.
¿Cuál es la conclusión de la colección?, ¿seguimos creyendo en el amor?
Absolutamente. El amor es un juego en el cual puedes descubrir quién eres, quién puedes ser y lo que significa descubrir el mundo con otra persona. Queremos que la gente se lleve esa sensación del museo.
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